Primero se despalillan los racimos y se produce una maceración prefermentativa durante 12 horas. A continuación, las bayas se prensan en prensas neumáticas y la clarificación del mosto se produce a bajas temperaturas. A continuación, se añaden levaduras seleccionadas y comienza la fermentación alcohólica. A continuación, se realiza el trasiego, seguido de un proceso de centrifugado y estabilización. Por último, se filtra y se embotella