Los racimos se despalillan y, a continuación, se prensan y clarifican. El jugo se mantiene a baja temperatura hasta que se añaden las levaduras correspondientes y comienza el proceso de fermentación alcohólica, donde su temperatura se controla en torno a los 15ºC - 17ºC. Clarificación espontánea, trasiego, centrifugación, corte, estabilización, filtración y, finalmente, embotellado.